Las agencias misioneras desempeñan un papel crucial en la ejecución y facilitación de la obra misionera en el ámbito cristiano. Este texto explora los modelos fundamentales: la agencia denominacional y la agencia no denominacional. Además, se examina la dinámica de agencias enviadoras y receptoras. Todas ellas despliegan servicios cruciales para fortalecer la labor de otras agencias y obreros.

La Agencia denominacional es, en su explicación más simple, una agencia dirigida por una denominación. Esta agencia se ve a sí misma como un brazo o rama de la denominación a la que pertenece y opera bajo su cobertura. Esto tiene varias implicaciones para la agencia y, en varios casos, para la denominación. Uno de ellos es la postura teológica y dogma de la organización. La organización adopta al 100% la postura de la denominación y la declaración de fe de la organización es la suya.

La Agencia no denominacional o independiente es, en contraste al modelo previo, una agencia que no se adhiere u opera bajo la cobertura de una denominación. Comúnmente estas agencias están dispuestas a aceptar candidatos de múltiples denominaciones, al igual que trabajar con iglesias no denominacionales. Para lograr esto, estas agencias formarán una declaración de fe con no negociables concretos que ayudará a cada denominación o iglesia a entender cuál es su postura. También ayudará a la organización a filtrar a cualquier candidato que no esté de acuerdo con sus no negociables. 

Una agencia enviadora es la agencia que opera generalmente en el país de origen del obrero y su rol es el de movilizar, entrenar, y encontrar una oportunidad para el obrero en el campo. Una agencia receptora, ayuda al obrero a tener todo preparado para ser recibido por esta agencia en el campo, la cual gestionará toda la logística de campo (como conseguir visas, velar por su seguridad física, conectarlo con un maestro del idioma local, etc.). Una vez enviado, la agencia enviadora, a la distancia, monitorea el progreso del obrero y solo interviene en casos puntuales, el día a día es gestionado por la agencia receptora.

Una agencia receptora está preparada para ser contactada por iglesias o agencias enviadoras y explicarles cómo uno de sus candidatos podría integrarse a su trabajo localmente. Si llegan a un acuerdo, espera la llegada del obrero y lo cuida durante su estadía en la ubicación del ministerio. Una vez el obrero regrese a casa o cambia a otro ministerio u otra región geográfica, la agencia receptora lo “devuelve” a la agencia enviadora y deja de estar involucrada en el proceso del obrero. 

Agencia de apoyo, describe a agencias que no envían o reciben obreros directamente, pero que proveen algún servicio a agencias enviadoras, receptoras o a obreros mismos. 

En conclusión, la diversidad de modelos de agencias misioneras revela la riqueza y complejidad del tejido misionero global. Ya sea enraizada en una denominación específica, operando de manera independiente, o desempeñando un papel de apoyo, cada agencia contribuye de manera única al avance del Evangelio. La flexibilidad de las agencias no denominacionales permite una colaboración interdenominacional, mientras que las denominacionales afirman su identidad teológica. La interconexión entre agencias enviadoras y receptoras demuestra una cooperación vital para maximizar el impacto misionero. La evolución del término "agencia de apoyo" resalta la importancia de la sinergia y la solidaridad en el campo misionero, donde cada entidad, en su diversidad, se suma a la gran obra de expandir el reino de Dios.